Me ha llamado la atención el artículo de opinión de hoy de Carlos Martínez, Secretario de Estado de Investigación titulado “¡Ahora es la ciencia, Europa!”  y publicado en El País.

En el artículo se usan ocho o nueve citas ajenas, algunas de mis autores favoritos, pero me quedo con un par de ideas: que el famoso proyecto del colisionador LHC implica a 750 científicos españoles repartidos por diversos centros, lo cual me encanta: por fín los españoles estamos en proyectos de vanguardia!  y la recomendación de utilizar la Ciencia e Innovación como motor de recuperación en la crisis económica, como parte del eje: ciencia-economía-sociedad, algo en lo que también he creído siempre.

En el mismo diario, unas páginas más adelante, se analiza un informe de la OCDE que afirma otras dos cosas que nos afectan: que la brecha salarial con otros países importantes de nuestro entorno se consolida y no se reduce; y por otro, que los licenciados universitarios no obtienen un diferencial económico correspondiente con su mayor cualificación: 1,3 millones de licenciados españoles  tienen un trabajo inferior a su formación.

Se detallan algunos casos del sector sanitario, en concreto los médicos, que, como es sabido, no sólo deciden emigrar por el salario, sino también por las expectativas de carrera, la carga de trabajo y la consideración social.

Y yo me pregunto: ¿De verdad en el Reino Unido, Francia o Alemania necesitan que les digan que ahora es el turno de la ciencia? ¿No hace ya un par de siglos que lo saben, más o menos desde la Ilustración? Sólo hace falta ver las patentes que producen y las empresas que generan. Si con 13 ó 14 años de bonanza económica en España, no nos hemos  subido “al carro” de los primeros de Europa en Ciencia, Investigación, Innovación, ¿será que tenemos que perder la esperanza? La creación del nuevo Ministerio con competencias específicas en Innovación -y que tantas ilusiones nos había generado-, ¿no habrá tenido la mala pata de caer en lo peor de una crisis económica que nos puede devolver a donde hemos estado siempre? En nuestro eje ciencia-economía-sociedad: ¿falla solamente el último eslabón?

Bueno, para ser mi primera entrada en castellano, me ha quedado un poco tristona… Confesaré que quería hacerla sobre el artículo de Business Week “Health 2.0 Patients as Partners“, aunque al ver que lo comentaba Enrique  Dans el fin de semana pasado (y muy bien comentado), no me he atrevido…

Edito: en El País de hoy viernes hay una Fe de errores con el cargo correcto de Carlos Martínez.